Carta al 2016

2016

2016, te escribo esta carta para decirte que no veo el momento para que ya termines. Durante tus 365 días no me diste más que puros dolores de cabeza hablando en sentido literal. Cada uno de tus días fueron una pesadilla encarnada por Freddy Krueger y por cada uno de sus colegas de ficción. Pero bueno, no solo me diste dolores de cabeza, no, no te bastó con girar mi mundo en 360 grados sino que lo hiciste con el planeta entero. En qué estabas pensando cuando dejaste que un imbécil como Donald Trump llegará a la presidencia de Estados Unidos o permitiste que nuestro querido país se volviera una bomba de tiempo en todos los sentidos, dejándolo caer en lo más profundo del pantano más fangoso de la península de Florida. Estoy seguro que lo hiciste por algo, pero por qué carajos lo hiciste todo al mismo tiempo si ya de por sí el mundo está de la fregada, ahora viniste a hacerlo aún peor, te aplaudiría, pero lo único que puedo hacer es levantarte el dedo.

También quiero decir que en tu retorcido sentido del humor nos diste más violencia de lo que puede soportar el cine filo más devoto y mira que al ser uno de ellos, te volviste simplemente insoportable y lograste que me parara del asiento dejando todavía la mitad de mi bote de palomitas y mi refresco de dieta. En lo personal que te puedo decir, no hay palabra o palabras que te describan, bueno creo que si las hay, pero sería demasiado grotesco ponerlas, por lo que lo dejo a tu imaginación. Pero bueno, como en todo año, siempre hay una lección la cual se aprende a la mala pero se aprende y me vería muy ingrato si no te agradezco lo que me enseñaste.

Punto 1: Me enseñaste a la mala a aprender que la salud es lo más importante que tenemos y que hay que hacer todo por cuidarla. No voy a decir que haya sido agradable, pero entendí que hay que prestarle atención al cuerpo y trabajar con el para estar en armonía.

Punto 2: Te llevaste a uno de los seres más importantes de mi vida y dejaste a mi familia con un vacío irreparable y aún con la herida en proceso de sanar, me enseñaste que los tiempos aunque no los entendamos son los correctos y que los cambios llegan para enseñarnos a movernos y a sacar lo mejor de nosotros por más obscuro que se vea el panorama. Se que de esta perdida nunca me voy a recuperar, pero aprenderé a vivir con ella.

Punto 3: Me enseñaste que el amor llega cuando menos te lo esperas y que lo hace de las manos de alguien tan especial, que la película The Holiday se queda tan corta como el aguinaldo cuando se te va en todas las deudas que acumulaste durante el año. En este sentido, no me queda más que agradecerte por haberme hecho volverá a creer en el amor y que las historias de película si existen.

Punto 4: Me enseñaste el verdadero sentido de la amistad y que no hay tesoro más grande que el de la familia escogida por uno.

Y ya para concluir con las enseñanzas, gracias por la familia que tengo y por habernos dado la fuerza para sobrellevarte. Se que tardaremos bastante tiempo en reponernos de ti, pero lo haremos gracias a la unión que nos brindaste en tus días más complicados.

Pues 2016, así me despido de ti, aunque todavía faltan un par de días para que ya te vayas definitivamente, no quería dejar de expresarte mi sentir y espero de corazón que te la lleves leve, ya que de ti, todavía se puede esperar cualquier cosa.

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